Si tu hijo no quiere comer queso y eso te preocupa, has llegado al post indicado. El queso es recomendable en cualquier dieta porque sus altos niveles nutricionales son un regalo para todos los cuerpos. Si bien, es un alimento que hay que saber introducir en la dieta, sobre todo en los más pequeños cuando lo prueban por primera vez. Existen tipos de quesos con sus respectivos sabores y de elegir bien (el momento de dárselo y el sabor) dependerá que a tu hijo le guste más o menos.
En este post queremos enfocarnos en dos aspectos concretos: por qué es bueno para los niños comer queso y qué trucos buscar para introducirlos en sus comidas.
Tabla de Contenidos
Por qué el queso es saludable para los niños
Como decíamos al principio, el queso debe ser fundamental en la alimentación de cualquier niño por la gran cantidad de propiedades nutritivas que tiene. Es en esas edades cuando necesitan asimilar todos los nutrientes posibles para crecer fuertes y sanos.
Normalmente, los niños prefieren los quesos frescos, tiernos y semicurados porque tienen un sabor y textura más suave. Además, los quesos frescos y tiernos son perfectos, ya que tienen menos sal y menos grasas que los curados o viejos.
Dicho lo cual, ¿qué ocurre cuando empiezas a introducir el queso en la dieta de tu hijo?:
Contribuyes al fortalecimiento de los huesos
El queso contiene calcio y proteínas en grandes cantidades y ambos nutrientes son indispensables para fortalecer los huesos. Existen estudios que sugieren que la ingesta de queso puede prevenir la pérdida de densidad ósea y, en consecuencia, reducir el riesgo de fracturas óseas futuras.
Contribuyes a la mejora de su salud dental
El queso es un gran aliado de nuestros dientes al contener calcio y fósforo, que son esenciales para una buena salud dental. Con ellos fortaleces el esmalte dental de tu hijo y minimizas el riesgo de caries.
Proteges a tu hijo contra la diabetes tipo 2
En este blog ya hemos hablado en otra ocasión de los beneficios del queso si padeces diabetes tipo 2. Y es que el queso es rico en ácido linoleico conjugado (CLA) y ácido oleico, dos sustancias muy efectivas para reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
Contribuyes al mantenimiento muscular
Debido a su alto contenido en proteínas y aminoácidos, el queso es ideal para el crecimiento y mantenimiento muscular.
Contribuyes al no desarrollo de enfermedades cardiacas
Quesos como el queso de cabra contienen ácido linoleico conjugado (CLA) y este es muy beneficioso para la salud del corazón, lo que hace que el un futuro tu pequeño reduzca el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Por qué es bueno adoptar hábitos para incluir el queso en la dieta
Ya sabes qué beneficios puede reportarle el queso a tu hijo cuando se lo das. Lo siguiente es tener en cuenta que se trata de un alimento que hay que ir incluyendo poco a poco en su dieta.
Como hemos dicho antes, para estas edades tempranas lo mejor es optar por quesos con un sabor y textura más suave. Por ejemplo, a tu niño le va a encantar nuestro queso fresco de cabra Corsevilla por su textura tan suave que se deshace en la boca y por su sabor fresco y ligero. Además, si tiene intolerancia a la lactosa, puede seguir disfrutando de él gracias a nuestro queso fresco de cabra sin lactosa Corsevilla.
¿Y como puedes ir dándole queso sin producir reticencias? Anota estos pequeños consejos:
- Paciencia e inténtalo de nuevo: introduce el queso de forma gradual y si se niega a la primera, no pasa nada, hay que seguir intentándolo. ¿Sabías que un niño puede necesitar probar un alimento nuevo más de diez veces para que le guste?
- Ofrécele trocitos pequeños: además de que los niños no comen las mismas cantidades que los mayores, es bueno que al introducir alimentos como el queso se le dé en porciones pequeñas y se le elogie cuando se lo coma.
- Logra que te imite: no es una ciencia exacta, pero existen altas probabilidades de que a tu hijo le guste el queso si te ve a ti comiéndolo.
- Juega con la forma de presentarle el queso: en el caso de que sea muy complicada la ingesta del queso a secas, puedes optar por jugar con recetas y presentarle este alimento de forma mucho más divertida.
Formas de darle queso a tu hijo para que le guste
A este último consejo hay que echarle mucha cuenta. ¿Te has encontrado ante la tesitura de que tu hijo rechace el queso pero luego se lo come cuando va en una pizza? ¿Le ha dicho que no a las bolas de queso alguna vez? Intuimos tu respuesta. Por eso, ¡vamos con recetas divertidas para que a tu hijo le guste el queso!
Tortilla francesa con queso fresco
La comida favorita (y simple de hacer) de los niños mezclada con queso. ¡El mejor pack! Añade queso fresco al batir el huevo y haz que tu pequeño tenga un nuevo ingrediente favorito para añadir a su tortillita francesa.
Empanadillas de queso fresco
Este plato le encanta a los niños y es muy sencillo. ¿Qué necesitas? Queso fresco, crema de membrillo, láminas de pasta filo, mantequilla y huevo. Mezcla en un bol el queso fresco cortado en dados con la crema de membrillo. A continuación, funde la mantequilla en el microondas y extiendela sobre las láminas de pasta filo (que habrás cortado en pequeños trozos si vienen muy grandes). Reparte el relleno sobre las láminas y enrollalas. Cuando las tengas todas, bate un huevo y cubre las empanadillas con una película de huevo batido. Por último, hornéalas durante 15 minutos a 150º con un precalentamiento de 200º.
Ensalada de pasta con queso fresco
¿Qué pequeño no es fan de los macarrones? Pues en lugar de hacerlos con tomate, puedes optar por hacer una ensalada de pasta fresquita y veraniega. Cuece los macarrones, coge todos los ingredientes que le puedan gustar a tu pequeño y no olvides introducir los taquitos de queso fresco. La idea es que poco a poco vaya teniendo al queso como su alimento preferido, ¡no lo olvides!
Ah, en el caso de que hagas macarrones con tomate no olvides algo muy importante: ¡el queso rallado por encima!
Sándwich de queso fresco con atún y huevo cocido
Los sandwiches siempre llaman la atención de los más pequeños y si llevan varios ingredientes…¡Mucho mejor! En este caso metemos otro ingrediente que suele costarle a los más pequeños: el pescado. Por eso, opta por atún de untar (que es más suave para el paladar), queso fresco de cabra cortado en láminas, huevo cocido y dos rebanadas de pan de sándwich. ¡Menuda forma rica de introducir el queso en la dieta!
Tosta de jamón, rulo de cabra y membrillo
Esta receta ya es para aquellos pequeños que pasen al siguiente nivel: el sabor más intenso del queso. Coloca sobre el pan que más le guste unas lonchas de jamón ibérico Corsevilla y cúbrelas con unas rodajas de rulo de queso de cabra. Además, corta carne membrillo en tacos muy pequeños y espárcelos a lo largo de la tosta. Dale un toque final metiéndolo en el horno poquitos minutos tras haberlo precalentado a 200º. Una gozada, lo sabemos.
Puré con queso fresco
El puré en todas sus versiones (calabacín, calabaza, zanahoria…) es una de las comidas estrella en nuestros pequeños que conservamos de sus primeros meses de vida. Ahora que ya le has introducido los lácteos, prueba a picarle algunos daditos de queso fresco en el puré y añade también algunos picatostes. ¡Lo devorarán!
Comprar online queso fresco que le gusta los niños
En este post te hemos dado por un lado, razones por las que es sanísimo que tu hijo coma queso y por otro, ideas para irlo acostumbrando a esta delicia. Ya solo nos queda decirte una cosa más: compra online queso 100% artesanal y sostenible. Nuestra cooperativa te ofrece queso fresco de leche de cabra y queso fresco de leche de cabra sin lactosa, el sabor más suave y fresco para que tu pequeño poco a poco vaya disfrutando del mejor alimento del mundo.
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