El trabajo en el campo no está pasando por su mejor momento. La sequía, la excesiva burocracia, las oscilaciones de precios y una población agropecuaria muy envejecida hacen que las explotaciones en extensivo se encuentren, en muchas ocasiones, al borde de la agonía. No solemos tratar en este blog temas así de duros, pero como cooperativa ganadera consideramos necesario poner sobre la mesa este tema que existe, pero que tiene poca trascendencia fuera del sector y tiene gran relevancia, puesto que la sostenibilidad de nuestro medio, nuestra salud del mañana y el futuro de nuestros pueblos depende de que, desde ya, conozcamos la realidad del problema y busquemos soluciones entre todos.
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La realidad de la ganadería extensiva en la actualidad
Para este post vamos a partir de un reportaje de Tierra y Mar en el que José Manuel Roca, responsable de ganadería en ASAJA Sevilla y varios ganaderos y socios de esta cooperativa, analizan la situación en la que se encuentran las explotaciones en extensivo a día de hoy.
La sequía y la rentabilidad: dos obstáculos esenciales
En el citado reportaje, Roca subraya que “las explotaciones en extensivo dependen mucho de la cotización de los piensos, de la alimentación y sobre todo de la lluvia. Tenemos unos periodos muy secos cada vez más frecuentes y eso provoca que la rentabilidad sea mucho menor”. A esto añade que los precios tienen “muchas oscilaciones que no dan rentabilidad en el campo”.
El censo ganadero cada vez más bajo
Esta problemática se ve directamente representada en la pérdida de censo en la cabaña ganadera en toda Andalucía. Los recientes datos que aporta la Junta de Andalucía son desoladores: nuestra comunidad autónoma ha perdido la cuarta parte de su cabaña ganadera en los últimos 16 años.
Unos datos que conmueven a cooperativas como la nuestra, ya que la cabaña de caprino ha descendido un 26 por ciento en los últimos 16 años. En el mismo tramo, la cabaña de ovino ha descendido un 31 por ciento y la única que no ha tenido un descenso tan acusado ha sido el porcino, con un 4,5 por ciento.
Todo esto provoca que, en palabras de Roca, “las explotaciones no tengan una cargadera suficiente, que los pastos cada vez matorralicen más el campo y que podamos tener un mayor riesgo de incendio”, entre otras muchas cuestiones.
Una burocracia asfixiante para el ganadero de siempre y para el relevo
Uno de los inconvenientes que el ganadero de toda la vida ve para que la ganadería siga teniendo futuro es la cantidad ingente de “papeleo” que tiene que llevar a cabo para poder gestionar su explotación de la forma más legal posible. “El ganadero no puede más con un solo papel. La burocracia es asfixiante […] Aquí no hay nadie que piense en simplificar la burocracia y es uno de los principales aspectos que aburren al sector”, sentencia en el reportaje José Manuel Roca, responsable de ganadería en ASAJA Sevilla.
A su juicio, este puede ser otro de los factores poco atractivos para aquellos jóvenes que quieran dedicarse profesionalmente al trabajo en el campo. Y esto se convierte en un problema, ya que se hace necesario ese relevo de cara a un futuro próximo.
“No hay jóvenes en el campo, no hay relevo generacional. Tenemos la población agropecuaria más envejecida de toda Europa porque no es rentable para los jóvenes. No lo ven como una actividad económica rentable y se dedican a otra cosa. Eso provoca que las explotaciones en algunos casos se estén abandonando u ocupando por otros nichos económicos que nada tienen que ver la ganadería”, afirma Roca.
La esperanza del campo: el relevo generacional
A pesar de las trabas, el sector tiene claro que uno de los puntos fuertes para mitigar esta dolencia que sufre el campo es el relevo generacional. En este reportaje, Mariano López-Cepero y Álvaro López-Cepero nos cuentan cómo después de haber estado unos años viviendo fuera de su lugar de origen y de haber estudiado otras especialidades, han decidido volver y relevar a su padre en la ganadería.
Y aquí está el principal objetivo de este post. Enseñar también esta realidad y mostrarles a nuestros socios, lectores y clientes que hay un rayito de luz en el horizonte.
En nuestra cooperativa tenemos muchos ejemplos de socios que están inculcando poco a poco en sus descendientes el valor de trabajar el campo e incluso empezamos a tener socios muy muy jóvenes y esto nos da mucha satisfacción.
En los últimos meses hemos ido publicando en redes casos como el de Julio González, un pequeño ganadero que quiere seguir los pasos de su padre.
Además, el último informe de Cooperativas Agroalimentarias de España apunta que, desde 2018 se ha observado un ligero incremento del peso de los jóvenes en todas las categorías: jóvenes asociados, en el consejo rector, en presidencia o en dirección. Lo mismo ocurre con las mujeres.
En nuestro caso, recientemente publicamos un vídeo por el Día de la Mujer Rural en el que una de nuestras socias, Reyes del Campo, animaba a las mujeres a dar un paso hacia adelante para trabajar como ganaderas.
CorSevilla, una cooperativa 100% involucrada con el relevo generacional
Nuestra cooperativa comparte muchos de estos datos y continúa trabajando para revertirlos día a día. Somos una cooperativa formada por más de 600 familias que trabajamos a diario para mantener nuestras tradiciones adaptándonos a los nuevos tiempos de forma que los más jóvenes vean que dedicarse a trabajar el campo también es una gran salida profesional.
Trabajamos con la firme convicción de las bondades de la ganadería extensiva para nuestra salud y la salud del medioambiente. También estamos convencidos al 100% de que es el producto de proximidad el que nos permite alimentarnos de forma sostenible y el que mantiene vivas nuestras formas de relacionarnos como seres sociales que somos y seremos.